Empieza a macerar plantas medicinales y llénate de beneficios

En qué consiste macerar plantas medicinales

Macerar plantas medicinales es un procedimiento sencillo a través del cual se obtienen las esencias de una planta para poder utilizar sus propiedades medicinales. La maceración es un proceso que implica dejar reposar una sustancia en un líquido para que sus componentes se transfieran al mismo. 

La maceración es especialmente útil cuando se quiere extraer los compuestos activos de las plantas. Para aprovechar al máximo estos ingredientes, es común utilizar el método de maceración. En este proceso, se sumergen las hierbas, flores u otros ingredientes en un aceite base (como el de oliva) y se deja reposar durante un período de tiempo para permitir que los componentes activos se transfieran al aceite.

Las plantas no contienen suficiente cantidad de aceite para que pueda ser obtenido por prensado y es entonces cuando el procedimiento de maceración entra en juego, obteniéndose la esencia a partir de la base liquida. Esto quiere decir que se emplea una base una base liquida y disolvente del extracto de las plantas en estado sólido. Los líquidos que se utilizan como base pueden ser aceite, agua y alcohol.

Uno de los mayores beneficios de la maceración es, además de obtener las propiedades de las plantas, poder utilizarlas en una preparación fácil de almacenar y administrar. Si tenemos un huerto, jardín o simplemente podemos recolectar determinadas plantas medicinales que nos benefician con sus propiedades, la maceración nos permitirá obtener la esencia de estas plantas para guardar y utilizar posteriormente.

Cuáles con los riesgos de macerar plantas medicinales

Para evitar riesgos en la maceración de plantas medicinales es imprescindible que las hierbas y flores están bien secas para eliminar el riesgo de infección microbacteriana causada por hierbas húmedas.

  • Utilizar líquidos base de buena calidad.
  • Seguir el proceso de manera limpia y ordenada.

Qué tipos de maceración existen

Según lo comentado, se puede macerar en frío o caliente. El procedimiento en frío conserva todas las propiedades de las plantas, en el proceso que utiliza calor se destruye o se quema una pequeña porción del producto.

  • En la maceración en frío, las hierbas, flores u otros ingredientes se colocan en un recipiente hermético junto con un aceite base, como el de oliva, y se dejan reposar a temperatura ambiente durante un período de tiempo. Durante este proceso, que puede durar desde unos días hasta varias semanas, los componentes activos de las plantas se transfieren gradualmente al aceite, impregnándolo con sus propiedades beneficiosas. Este método es ideal para preservar las propiedades naturales de las plantas, ya que no se aplica calor, lo que ayuda a evitar la degradación de los compuestos sensibles al calor y a mantener la integridad de los nutrientes.
  • Por otro lado, la maceración en caliente implica aplicar calor suave al aceite y a los ingredientes durante el proceso de maceración para acelerar la extracción de los compuestos activos. Este método es útil cuando se necesita obtener el extracto rápidamente o cuando se trabaja con ingredientes duros o resinosos que requieren una temperatura más alta para liberar sus compuestos. Sin embargo, es importante tener cuidado de no aplicar calor excesivo, ya que podría dañar los componentes beneficiosos de las plantas.

Cuál es el mejor aceite para macerar plantas medicinales

El mejor aceite para macear plantas medicinales depende la planta y de las aplicaciones que le vayamos a dar al aceite obtenido. Si la intención es utilizar el aceite para el cuidado facial las mejores opciones a considerar serán, el aceite de oliva, el de almendras o el de jojoba. En caso que necesitemos una solución más espesa podemos utilizar aceite de coco.

Cómo se pueden macerar plantas medicinales en aceite

Pasos previos:

  • Lo primero que necesitamos es elegir un aceite de calidad como base empleándose medio litro de aceite por unos 30 gramos de planta.
  • Después, debemos asegurarnos que el componente vegetal este totalmente seco.
  • A continuación, se corta la planta medicinal lo más fina posible para favorecer que sus compuestos solubles se infundan en el aceite.
  • Hecho esto se introducen las plantas cortadas en un frasco hermético limpio y se llena del aceite elegido hasta cubrir la parte superior.

Comienza entonces el proceso de maceración propiamente dicho. Para hacerlo de manera natural, se puede colocar el frasco de aceite en un lugar cálido y soleado durante unas 3 semanas, de manera que la acción del sol caliente el aceite y extraiga la esencia de la planta. Es conveniente reemplazar las hierbas cada semana.

Como alternativa, en vez de colocar nuestro recipiente con aceite y planta cortada al sol, se puede también hacer al baño maría controlando el calor para no quemar la planta. Este proceso es más rápido y nos permite disponer del aceite manera más o menos inmediata.

Por último, con cualquiera de los dos procedimientos planteados se deberá filtrar nuestro aceite y verterlo en un recipiente esterilizado que facilite la utilización.

Consejos para obtener el mejor aceite de nuestras plantas medicinales

  • Es muy importante escoger un buen aceite de calidad y para evitar que se pongan rancios se puede incluir un 1% de vitamina e para que actúe como antioxidante. Es fácil detectar cuando el aceite se ha deteriorado por el olor y el color.
  • El periodo de utilización del aceite obtenido oscila entre 8 a 12 meses.
  • Es conveniente etiquetar nuestros frascos con la fecha y el producto.
  • Se debe agitar el frasco suavemente de manera regular, para crear una mezcla con mejores propiedades.

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